domingo, 22 de abril de 2007

Es más facil mentir

Cargar el peso y empujar hacia el cielo, es más fácil mentir.Y honestamente mirar a los ojos, es más fácil mentir, es más fácil mentir. Ser yo, ser solo yo en dar algo de más.
Y quien yo soy para darte lo que necesitas cuando yo estoy aprendiendo, sólo aprendiendo.
Aprendiendo cómo vivir y cargar el peso.
Llenar el espacio, ese espacio que hiciste por yo haber intentado. Soy el único, si el único.
Y tal vez yo pudiera ser el único que necesitas si sólo me mostraras como vivir y cargar el peso.
Y empujar hacia el cielo,y hacer todo lo correcto cuando todo está errado, es más fácil huir, es más fácil huir. Que nunca tuviera que mirar en los ojos, es más fácil mentir.
Cargar el peso y empujar hacia el cielo, es más fácil mentir, es más fácil mentir

lunes, 9 de abril de 2007

Silenciosa rutina.


Como otro día, Marco se levanta nuevamente.

Carga con el peso de sus parpados y el edor de la noche calurosa en su cama.

Marco, como otro día, desayuna en la mesa, junto a sus padres y hermano; un desayuno sin lengua, sin oidos; silencioso como la muerte tal. Pero Marco no se queja de ese silencio, está acostumbrado, no le hace daño. Es culpa del sueño.


Pasan veinte exactos minutos, y Marco sube al auto; bolsas, mochilas, papeles y comida, cuelgan de sus brazos; un audifono en su oreja izquierda, y un anillo en cada anular. Y como otro día, Marco sube al auto en silencio.


Recorre un largo viaje, en el silencio de las bosinas que no dicen nada, y de los ruidosos semaforos callados.

Llega a su destino, y se despide en silencio; un beso callado, una palmada en el hombro, una mirada por el retrovisor; Marco deja el auto.


Como otro día, Marco se sumergue en lo poco y nada del silencio de su escuela; corre, grita, besa y abraza.

Marco pierde la mudez, Marco habla y rehabla. Se siente vivo y ruidoso.


Pero como otro día, Marco debe volver a casa. Al silencio de su casa.